
En estos últimos años se han llevado a efecto un número relevante de cambios de nombre de importantes países motivados por diferentes circunstancias, la mayoría provocados por movimientos interiores, algunos para optimizarlo Países Bajos o Chequia, otros para reforzar su identidad como Turkiye, Eswatini, Sry-Lanka, Tailandia o Myanmar, etc, pero también por motivos exteriores como Macedonia del Norte (antes sólo Macedonia). En otros países existe una importante presión interna aunque no se vislumbre materialización, como es el caso de Nueva Zelanda por Aratearoa. Ahora, es la India la que ha planteado el debate.

El gobierno actual indio está empujando a un cambio trascendental: renombrar el país de India a Bharat. Esta iniciativa ha cobrado fuerza tras la reciente cumbre del G20 celebrada en Delhi los días 9 y 10 de septiembre. Por ejemplo, durante el evento, las invitaciones a la cena de gala y el identificador del primer ministro Narendra Modi -quien también presidió la cumbre-, llevaron impreso el nombre de «Bharat». Asimismo, el nuevo centro de convenciones, ubicado cerca del emblemático monumento Puerta de la India, fue bautizado como «Bharat Mandapam».
Este cambio ha generado un intenso debate sobre si responde a una necesidad coyuntural del partido gobernante o si representa una decisión estratégica con miras a largo plazo, meticulosamente planificada y debatida. Para explicarlo hay tres aspectos que se conviene desgranar, el político, el cultural y el reputacional.
Desde un punto de vista estrictamente político, el actual Primer Ministro, miembro del partido nacionalista indio Bharatiya Janata Party (BJP),también denominado Centro, en el poder desde 2012, al que pertenece también la presidenta, Daupradi Murmu, prepara el camino para las próximas elecciones de 2024, con una carta de presentación de grandes logros históricos para el país: se ha convertido en la nación más poblada del planeta, ostenta la economía grande de mayor crecimiento y ha logrado un exitoso aterrizaje lunar con una nave espacial propia.

Cara al próximo ciclo electoral, el cambio de denominación que sondea supondría un reforzamiento de sus logros para un partido nacionalista que en su propio nombre lleva incorporado el término Bharat y se contrapone frontalmente al nombre que han adoptado los 28 partidos de la oposición agrupados en una Alianza denominada, precisamente, INDIA (Alianza Nacional India para el Desarrollo Inclusivo-Indian National Developmental Inclusive Alliance).
En este contexto, el argumento de distanciarse del pasado colonial, reivindicando un nombre propio diferente del de los colonizadores, podría entenderse que se ha sacado a relucir para recrudecer al confrontamiento político con esta coalición rival. Es decir, que se trate de un movimiento meramente táctico.
El pasado mes de agosto la oposición ha presentado una moción de censura en la Cámara Baja que no ha prosperado. Apuntan también a que persiste un malestar debido a la ola de violencia étnica, especialmente en Manipur y, acusa al gobierno de fomentar divisiones étnico-religiosas con fines electorales, apelando a la mayoría hindú que conforma la población, en la que el cambio de nombre profundizaría. Recuerda al gobierno que el Artículo 1 de la Constitución dice «La India, es decir Bharat, será una Unión de Estados” y que esta pluralidad que se plantea desde el primer artículo mismo se vería mermada con el cambio de nombre.
El himno aprobado en la Asamblea Constituyente en 1950 coincidiendo con la liberación del dominio colonial, escrito por Rabindranath Tagore, también recoge esta pluralidad de estados, redactado originalmente en bengalí y muchas palabras fueron sancritizadas, cita el término Bharat, también en su versión hindi, mientras que en su traducción oficial al inglés lo hace como India.
Desde un punto de vista histórico, ambos nombres. India y Bharat presentan fortalezas indiscutibles. En hindi, la lengua más hablada, el país es referido como Bharat no como India, término que también lo han interiorizado la mayoría de lenguas habladas en subcontinente indio.
El nombre actual, India, proviene del río Indo (Indus en inglés), llamado Sindhu en hindi. Este término se menciona en el Rigveda, considerado el texto más antiguo de la India, escrito en sánscrito en el II milenio a.C., como «Sapta Shindu», que significa «Siete Ríos». La denominación India como se usa en la actualidad es una anglicización del nombre sánscrito Shindu, introducido durante la época colonial entre 1858 y 1947. Por tanto, el cambio propuesto implicaría una ruptura con esta era y una afirmación identitaria.
El nombre Bharat también tiene raíces en el sánscrito y se encuentra en los Puranas, antiguos textos hindúes. Aunque no es tan antiguo como los Vedas, describe una gran masa de tierra habitada por humanos de la que una parte se denomina «Bharatavarsa». Bharat significa «ser mantenido», en el sentido de perdurar, y también se recoge como el nombre de un rey mítico de la mitología hindú del que proviene.
Además de India y Bharat, el país también es conocido como Hindustán, un nombre persa que hace referencia a la tierra de los hindúes, ampliamente utilizado durante la era mogol, aunque no está oficialmente reconocido en la Constitución.
Desde el punto de vista de capital reputacional, el cambio de nombre genera diferentes reacciones. El tema no es nuevo, en varias ocasiones se han presentado solicitudes de cambio ante la Corte Suprema para cambiar el nombre del país a Bharat, pero los jueces se han negado a meterse en la controversia.
Ahora destaca la influencia ideológica del partido gobernante, el PBJ, cuyo mentor, Mohan Bhafwat, líder de la organización nacionalista hindú Rashtriya Swayamsevak Sangh, subraya la importancia de utilizar el nombre Bharat en lugar de India. Según afirma: «A veces usamos India para que aquellos que hablan inglés lo entiendan. Pero debemos dejar de usar esto. El nombre del país Bharat seguirá siendo Bharat dondequiera que vayamos en el mundo”.
Esta idea ha calado en amplios sectores de la población. Algunos ídolos populares también se han manifestado en favor del cambio, Virender Sehwag, exjugador de críquet manifestó “somos Bhartiyas, India es un nombre dado por los británicos y hace tiempo que deberíamos recuperar oficialmente nuestro nombre original Bharat».
El ejecutivo @RahulVKarad también está a favor del cambio, esto es lo que dice en la red X “¡Entendamos nuestras raíces y demos forma al futuro! Estemos orgullosos de nuestra identidad como Bharatiyas (los pensadores originales, expertos en innovación y pioneros de la educación) y abrazar Bharat en lugar del nombre colonial India es el primer paso hacia este cambio y evolución transformadores”.
La oposición considera que este cambio de nombre es una decisión equivocada. El parlamentario opositor del partido del Congreso, Shashi Tharoor, expresó en la red social X, que «aunque no hay un impedimento constitucional para llamar a la India Bharat, que es uno de los dos nombres oficiales del país, espero que el Gobierno no sea tan imprudente como para abandonar por completo el nombre India, que tiene un valor de marca incalculable y que se ha construido durante siglos».

Mamata Banerjee publica un X que dice “todos sabemos que la India es Bharat, pero el mundo nos conoce como India” y acusa al partido gobernante “@BJP4India tiene miedo y se pone nervioso después de escuchar el nombre #INDIA. Por eso ahora están intentando omitir el nombre India, que es conocido mundialmente. Pero aquí no hay nada que cambiar, ya que lo llamamos Bharat en nuestros idiomas regionales. Pero Modi probablemente olvidó el eslogan «Judega Bharat, Jitega INDIA» (Bharat se unirá, India ganará), así que cualquiera que sea el nombre será «भारत हमको जान से प्यारा» (queremos a Bharat/India)”.
Otra idea fundamental es la que refiere, también en X, Mehbooda Mufti, presidente del Partido Democrático Popular de Jammu y Cachemira “la aversión del BJP al principio fundamental de la India de unidad en la diversidad ha tocado un nuevo mínimo. Al reducir los muchos nombres de la India, desde Hindustán e India a ahora sólo Bharat, muestra su mezquindad e intolerancia”.

Un hecho curioso es que el río Indo nace en el Tíbet (región autónoma de China), pasa por la India, pero es en Pakistán donde adquiere una importancia central, al estructurar el país de norte a sur hasta llegar a su delta. Por lo tanto, algunos autores consideran que Pakistán no descarta la posibilidad de adoptar el nombre India si este es abandonado en favor de Bharat.

Hasta el momento, no se ha establecido una fecha concreta para la implementación de este cambio de denominación. Aunque se especula que la Cámara Baja podría plantearlo en una sesión especial convocada con este propósito este mismo mes, importantes portavoces del partido gobernante opinan que no es momento para el cambio. En caso de presentar la propuesta el éxito está asegurado, ya que el partido en el poder tiene mayoría en ambas cámaras. La Alianza INDIA también se mueve, de momento ha comenzado una recogida de firmas para presentar en el Congreso una iniciativa que reafirme como nombre oficial el de India.