Llámame Chequia

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Hace ya tres años que la República Checa envió a la ONU una resolución por la que en adelante utilizaría su denominativo abreviado Chequia, con la idea de utilizarlo como nombre habitual, en el campo internacional.

A su vez, aprobó la traducción del nombre a los principales idiomas, con especial atención al inglés y los tipificó de este manera Checo, Česko; Inglés, Czechia; Alemán, Tschechien; Francés, Tchequie; y Español, Chequia; en Euskera se ha tipificado como Txekia. Los códigos ISO que le corresponden son, CZ y CZE, que coordinan en checo e inglés.

Su objetivo era muy claro, mejorar la promoción internacional del país con un nombre corto, sintético y claro. Una decisión que tiene toda la lógica desde el punto de vista del marketing, pero resulta una vía no exenta de controversia en el país.

Chequia se compone de tres zonas históricas Bohemia, Moravia y Silesia del Sur. El nombre de Chequia procede de un una tribu que en el siglo VI se asentó en la zona de Bohemia. Tras ser parte del Imperio de Moravia, cuando este colapsó dio paso al Reino de Bohemia, para más tarde formar parte del Imperio Austro-Húngaro y luego constituir parte de Checoslovaquia.

El nombre de Chequia tiene cierto recorrido histórico. El primer uso registrado de Chequia fue en 1569 en latín y en 1841 en inglés. Otra evidencia histórica es la del uso de la Chequia en inglés en la prensa australiana entre 1856 y 1866 o de los periódicos de los Estados Unidos que utilizaron Chequia, entre 1918 y 1960, para referirse a la parte occidental de Checoslovaquia (en oposición a Eslovaquia, su parte oriental), es decir, a la República Checa contemporánea. Desde los inicio del siglo 20 se ha denominado Chequia al territorio de habla checa.

Los desacuerdos sobre el nombre se remontan a la misma época del llamado divorcio de terciopelo que se dio entre la República Checa y Eslovaquia para formar dos estados independientes, tal y como acordaron sin más consultas el checo Vaclav Klaus y el eslovaco Vladimir Meciar.  Esta disposición del uso del nombre corto, formulada el 14 de abril de 2016, se ha resuelto también sin consulta alguna a la ciudadanía, aunque la resolución cuenta con seis firmas del más alto nivel como son el jefe del Estado, el del gobierno, de la diplomacia, los presidentes de las dos cámaras del Parlamento y el ministro de defensa.

La decisión se ha tomado basada en un informe de 1993 en el que 55 expertos  lingüistas, historiadores, geógrafos y otros de la Comisión de Inspección, Mapas y Catastro, en cooperación con el Ministerio de Asuntos exteriores, siguiendo el procedimiento legal de estandarización de nombres de lugares,  optaron por Czechia como la única y correcta traducción al inglés del nombre checho, Česko.

Chequia será el nombre abreviado de República Checa, diferenciando así el nombre “geográfico”  del nombre “político”. El cambio se ha consumado sin que se recoja en la Constitución, que sigue nombrando al país como República Checa.

El uso de este nombre corto lo admitieron con celeridad la ONU, la Unión Europea, Eurostat, que contaban con el precedente de aceptación previa de los EEUU y Gran Bretaña.  También lo adoptaron Google, el Atlas del mundo de Oxford, el Atlas del mundo del Times, Apple iOS 11, el Word Factbook de la CIA y el navegador TomTom, entre otros. Todo ello en línea con la aprobación de otros nombres cortos como Bielorrusia, Zinbabwe, Bangladesh, Eritrea y Croacia.

Esta decisión, solucionaba además otro problema que preocuba al Gobierno, ya que muchas veces la abreviatura de la República Checa no era clara, pues se utilizaban diferentes acrónimos como Czechrep, CR, C.Rep o Czcho, lo que daba pie a confusiones innecesarias.

Dos fueron los argumentos principales en contra, los primeros eran de tipo lingüístico como que el nombre en inglés Czchia se podría confundir con Chechenia, que el hablante inglés no lo usaría etc.; los otros tenían que ver con un enfoque más político-histórico como que el nombre de Chequia hacía referencia solamente a los que antes fue el reino de Bohemia y dejaba a un lado los otros dos territorios que lo componen Moravia y Silesia Sur.

Ante ello se organizó la “Czchia, The Civic Inicative”, con el objeto de promocionar la iniciativa para la denominación corta que se pretendía implantar. Esta iniciativa elaboró una página web en respuesta a las objeciones planteadas, de forma que respondía a las argumentos contrarios que se habían difundido.

A los que decían que sonaba extraño en inglés les respondieron que Chequia se deriva originalmente del latín, que es común para muchos otros nombres de países en inglés, como Austria, Australia, Croacia, Virginia, California, Indonesia, Eslovaquia, Letonia, Colombia y muchos más.  Es posible que Czequia suene inusual en la primera vez que se escuche, pero también lo hacen numerosos nombres geográficos derivados de idiomas extranjeros que se usan comúnmente en inglés, como Idaho, Utah, Massachusetts, Lituania, Zimbabwe, Bielorrusia, Croacia y también (ex)Checoslovaquia.

A los que aducían que el nombre no representaba al conjunto le respondieron que otros países, como Egipto, Grecia y Polonia, usan nombres geográficos cortos a pesar de que experimentaron cambios territoriales importantes en el pasado y tuvieron varios nombres a lo largo de su historia. Como tal, Chequia puede ser usada en un contexto histórico.

A los que afirmaban que se puede confundir con Chechenia le respondieron que los nombres República de Chechenia y la República de Chequia tienen mayor parecido que Chechenia y Chequia a secas. Y que hay numerosos países con nombres similares como Austria/Australia, Irán/Iraq, India/indonesia/, Mali/Malawi, Níger/Nigeria, Gambia /Zambia, Eslovaquia/Eslovenia, e incluso Georgia/Georgia (estado de EEUU).

A quienes argumentaban que el nombre corto (geográfico) de un país no puede ser sustitutivo de un nombre formal (político) les aclararon que el nombre político siempre es transitorio e ignora la continuidad histórica de un territorio dado, porque se ciñe solo a la forma estatal actual. Así, mientras la República Checa solo existe desde 1993, el estado checo ha pervivido en varias formas y bajo diferentes nombre políticos durante más de mil años.

Planteaban también que si bien Estados Unidos y Gran Bretaña son nombres largos, estos en realidad son abreviados de Estados Unidos de América y de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Además la República Checa es mucho menos conocida que estos países y, a diferencia de ellos, no tiene una abreviatura única y reconocida internacionalmente (CR es la abreviatura oficial de Costa Rica, no de la República Checa).

A quienes querían mantener a toda costa el apelativo “república” por su significación política respondieron que hay alrededor de 150 países que usan el término “república” en su nombre político, pero la inmensa mayoría usa un nombre reducido en todas las conferencias y/o encuentros deportivos internacionales. Solamente hay dos países que mantienen su nombre únicamente en la forma larga, la República Centroafricana y la República Dominicana.

También añadieron como argumento que el apelativo corto “Made in Czechia” aporta una mayor reconocimiento internacional de los productos procedentes del país ya que redunda en una mejor identificación de los mismos .

Sin embargo, el tránsito del nombre completo al nombre simplificado, cuaja en el país lentamente. En su día hubo varios ministros que se opusieron a su extensión, incluso el portavoz del Gobierno utilizó en ocasiones la forma larga.

Aunque el cambio de Gobierno acaecido desde la toma de decisión no ha afectado a la misma, muchos ciudadanos se muestran todavía reticentes al uso de este nombre corto. A algunos le suena demasiado corto, aunque dicen desear un nombre más reducido, otros no lo ven necesario y otros lo toman como una gracia. Hay quienes se inclinan en afirmar que el nombre corto no es el oficial, de hecho el membrete de la oficina del primer ministro sigue utilizando República Checa.

Vienen a decir algo así como “Chequia tiene sentido históricamente pero la gente común seguirá llamado República Checa”. Como todo cambio su adaptación va siendo lenta y se encuentra con la inercia que siempre aparece cuando se propone una mutación de este tipo.  En el exterior parece que el nombre corto ha cuajado, pero en el interior es donde  encuentra más resistencia, al estar habituados al nombre político, la evolución se presenta más pausada.

De hecho, por diversas razones y pese a tener memorándums firmados, está costando que todas las federaciones deportivas utilicen en exclusiva el nombre Chequia en sus encuentros internacionales, aunque paulatinamente el cambio se va imponiendo. En los medios de comunicación se observa de todo, si bien son mayoría los que han adoptado el nombre corto de Chequia.

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